En el mundo actual, Tifón (mitología) se ha convertido en un tema de gran relevancia e interés para personas de todas las edades y ámbitos de la vida. Ya sea que se trate de un fenómeno cultural, un suceso importante, una personalidad influyente, o un tema de actualidad, Tifón (mitología) ha capturado la atención de la sociedad en general. A medida que continuamos explorando y debatiendo sobre Tifón (mitología), es crucial entender su impacto en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea. En este artículo, analizaremos diversos aspectos relevante sobre Tifón (mitología) y su influencia en la sociedad actual.
En la mitología griega, Tifón, Tifeo, Tifoeo o Tifaón (en griego antiguo Τυφών Typhôn, Τυφάων Typhaôn, Τυφωεύς Typhôeus o Τυφώς Typhôs, de τῦφος typhos, ‘humo’; en latínTyphon) es una divinidad primitiva relacionada con los huracanes. Fue el hijo disforme de Gea —la Tierra—, con Tártaro, el cavernoso vacío inferior:
Pero cuando Zeus había expulsado a los Titanes del cielo, la enorme Tierra tuvo a su hijo menor Tifeo del amor de Tártaro, con la ayuda de la dorada Afrodita.
Tifón intentó destruir a Zeus por haber derrotado a los Titanes. Inicialmente, Tifón dominó a Zeus y arrancó sus tendones, pero estos fueron recuperados por Hermes y devueltos al cuerpo de su dueño; tras ello, Zeus procedió a luchar con Tifón una vez más hasta derrotarle. Vencido, Tifón fue confinado bajo el monte Etna.
Según las descripciones, Tifón era un colosal y espeluznante monstruo alado: su estatura era tal que podía alcanzar las estrellas. Poseía cabezas de dragón por dedos y un gran número de serpientes se hallaba repartido entre sus muslos, con incluso más serpientes formando sus piernas a partir de estos. Tifón podía abrasar todo lo que se le opusiese con su ígnea mirada, así como vomitar fuego y lava de su boca, crear huracanes y terremotos con el movimiento de sus alas.
Tifonomaquia
El Himno homerico a Apolo hace del monstruo Tifón en Delfos un hijo de la arcaica Hera en su forma minoica, generado por ella sola, como una versión monstruosa de Hefesto, parido en una cueva de Cilicia y confinado allí en la misteriosa tierra de Arimos. Fue en Cilicia donde Zeus luchó con el monstruo y lo derrotó. En la batalla, Tifón atacó a Zeus con sus llamas, derrotándole temporalmente, cortándole los tendones y dejándole en un saco de cuero, el korukos, que es el origen etimológico de korukion atron, el antro Coricio.
Posteriormente Hermes y Egipán robaron los tendones de la cueva, donde estaban custodiados por la dragona Delfina. Se los volvieron a colocar a Zeus y este persiguió a Tifón hasta la montaña Nisa, donde las Moiras engañaron a Tifón para que comiera de unos frutos con la intención de obtener una fuerza mayor. La persecución se prolongó por Tracia y Sicilia.
Tifón fue finalmente derrotado por Zeus y arrojado al Tártaro, o encerrado bajo el volcán Etna donde «su lecho raspa y aguijonea todo el largo de su espalda extendida contra él», o en otras regiones volcánicas, donde es el causante de las erupciones. Tifón es pues la figuración ctónica de las fuerzas volcánicas, como Hefesto es la manifestación olímpica.
Sin embargo, esta no es la única versión de la Tifonomaquia:
Hesíodo, en su Teogonía, hace que Zeus lo derrote fácilmente saltando desde el Olimpo y envolviendo sus cabezas con las llamas producidas por sus armas, siendo arrojado al Tártaro.
Según el relato de Ovidio, cuando emergió Tifón del seno de la Tierra, los dioses, por miedo a él, huyeron hacia Egipto. Tifón los alcanzó y entonces ellos se vieron forzados a mutarse en diferentes animales. Ovidio no relata más detalles de la lucha de Tifón contra los dioses y pasa directamente al momento en el que fue derrotado, quedando atrapado entre el Peloro, el Paquino, el Lilibeo y el Etna. Luchó entonces por librarse del peso de los montes y las ciudades, pero no pudo, y la tierra tembló tanto que hasta el mismo Hades sintió temor y salió de su honda sede a inspeccionarla.
Walter Burkert advierte algunas coincidencias cercanas de esta historia con el mito hitita de Illuyanka.
La Tifonomaquia —la batalla de Zeus y la derrota de Tifón— es sólo una parte del "mito de sucesión" más amplio que se da en la Teogonía de Hesíodo. El mito hesiódico de la sucesión describe cómo Urano, el gobernante original del cosmos, escondió a su descendencia dentro de Gea, pero fue derrocado por su hijo, el titánCrono, que castró a Urano. A su vez, describe cómo Crono, quien devoraba a sus hijos tan pronto nacían, fue derrocado él mismo por su hijo Zeus, cuya madre le había dado a Crono una piedra envuelta en pañales para que se la tragara en lugar de Zeus. Sin embargo, Zeus se enfrenta a un adversario final, Tifón, al que derrota rápidamente. Siendo a partir de ese momento claramente el poder supremo en el cosmos, Zeus es elegido rey de los dioses. Zeus luego establece y asegura su reino mediante la distribución de diversas funciones y responsabilidades a los demás dioses, y mediante el matrimonio. Finalmente, al devorar a su primera esposa Metis, quien estaba destinada a dar a luz a un hijo más fuerte que él, Zeus logra poner fin al ciclo de sucesión.
Pitón
La historia de Tifón parece estar relacionada con la de otra monstruosa descendencia de Gea: Pitón, la serpiente muerta por Apolo en Delfos, sugiriendo un posible origen común.
Además de la similitud de nombres, su parentesco compartido y el hecho de que ambos eran monstruos serpentinos muertos en combate singular con un dios olímpico, hay otras conexiones entre las historias que rodean a Tifón y las que rodean a Pitón.
Aunque generalmente se dice que el monstruo de Delfos muerto por Apolo es la serpiente macho Pitón, en el Himno homérico a Apolo, el relato más antiguo de esta historia, el dios mata a una serpiente hembra sin nombre (drakaina), posteriormente llamada Delfina, que había sido la madre adoptiva de Tifón. Delfina y Equidna, además de estar íntimamente conectadas con Tifón, una como madre y la otra como cónyuge, comparten otras similitudes. Ambos eran mitad doncella y mitad serpiente, plagas para los hombres, y asociadas con la cueva Coricia en Cilicia. Pitón también estaba quizás conectado con una cueva Coricia diferente a la de Cilicia, ésta ubicada en las laderas del Parnaso sobre Delfos. Así como se creía que la cueva Coricia en Cilicia era la guarida de Tifón y Equidna y estaba asociada con la batalla de Tifón y Zeus, se creía que la cueva Coricia sobre Delfos era la guarida de Pitón (o Delfina), y se asociaba con la batalla con Apolo.
↑PLUTARCO: De Isis y Osiris 12. Nota n.º 71 de Francisca Pordomingo Pardo, en Plutarco, Obras morales y de costumbres (Moralia) VI, pág. 81, Gredos, Madrid, 1995. ISBN 84-249-1791-X.
↑Según la Biblioteca mitológica1.6.3, Tifón puso a Delfina a custodiar los tendones cortados de Zeus en la cueva Coricia; v. OGDEN 2013a, pág. 42; FONTENROSE pág. 94.
Texto inglés, con índice electrónico, en el Proyecto Perseus; ed. de 1921 de James George Frazer. En la parte superior derecha se encuentran los rótulos activos "focus" (para cambiar al texto griego) y "load" (para el texto bilingüe).
21: Peces ('Ιχθύες; Pisces): Derceto, o el pez que la salvó (al que corresponde en rigor la constelación del Pez Grande), o ambos, o los descendientes del pez, o los peces que llevaron a la orilla el huevo de Afrodita, o Venus y Cupido (Afrodita y Eros) transformados en peces en su huida de Tifón.